Miro atrás a las mujeres que conocí y no puedo evitar darme cuenta que siempre hay un hálito de superficialidad que molesta, que me molesta. En el ámbito amoroso las mujeres de mi mundo tienden a buscar hombres tipificados y culturalmente idóneos. Lo típico, piel y ojos claros, buena estatura, simpático, etc, etc, etc.
Es ineludible torcerle la mano a las creencias culturales, si las llevamos impregnadas en el encéfalo desde niños. Tal vez sentir que pertenezco al baile de los que sobran hace que me de más cuenta de esta situación. Mal que mal, tengo todas las de perder. al menos en las expectativas culturales.
Sólo una mujer en mi planeta parece ser la x en la ecuación (y no es mi madre jaja) pero no es la que será, y debo vivir con ello.
Hoy no puedo evitar pensar sentir algo de menosprecio frente a esa creencias y a todas las creencias y estereotipos idiotas que dan vuelta por una sociedad marcada por el patriarcado, la jerarquización y el consumismo. El movimiento neoliberal ha traído consecuencias que no logro aún dilucidar, sólo que que son terribles. Pero no voy a descorazonarme. Aún queda mucho por vivir, mucho por hacer.
Pero a la mierda! las creencias nocivas y la gente que las piensa(?)... no lo sé... tal vez... vaya dependiendo de quien sea, porque algunos, mis estimad@s no valen ni mi tiempo, ni el suyo.
1 comentario:
Son lo único que algunos logran mostrar; no creo que todos seamos estereotipos. Sin embargo, creo que algunos, esos que miran desde lejos sólo ven aquello.
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