Que alivio es saber que nunca pasarás por aquí. Así yo podré decir lo bueno que fue verte a pesar de que no me reconociste después de tanto tiempo. No cambias en nada mujer, aún entre los cuadernos y tus preocupaciones esbozas esa sonrisa hermosa y sincera para mí. Aunque como siempre te pierdes hablando de ti y tus dilemas y no me dejas decirte algunas cosas, no de gran importancia... Aquellas luchas con las que sigo en fin... tanto y tan poco a la vez.
Pero los minutos van en nuestra contra y nos despedimos, mis deberes me sentencian a tomar un camino sin vueltas atrás. Pero mientras conceptos como "correlaciones de realidades consensuales" se meten en mi cerebro, en algún recóndito de éste algo se pregunta si hubiera hecho las cosas de otro modo... cuanto hubieran cambiado nuestro destinos.
Ya camino al matadero te veo salir y trato de alcanzarte antes que la oscuridad te devore... quiero gritarte lo que pude decir hace tanto tiempo... pero ya es demasiado tarde, te pierdes entre los débiles neones, la oscuridad y el silencio de la noche. Sólo mis ojos tratan desesperadamente de abrazarte y mi mente quiere que mires hacia atrás, pero eso no sucede y no sucederá... Resignado me dirigo a mi sentencia, a la evaluacion de mis conocimientos, llegaré tarde pero que importa, si como dice Maturana, debemos dejar de lado conceptos como realidades objetivas... llego tarde pero yo digo según mi estructura interna que llego a la hora y así es... objetividad en paréntesis damas y caballeros, eso es...