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De una forma que no comprendía, no sabía porque esta canción me llegaba al alma... Y salían lágrimas invisibles e incomprensibles de mí.
- "¡Pero si nunca me ha faltado el pan!"- me dije a mi mismo. Siempre he tenido que comer, una cama donde poner la cabeza. Nunca me ha faltado nada...
Pero de alguna manera cierta precariedad misteriosa y vaga se me hizo más y más familiar a cada segundo. Hoy la soledad y el silencio me revelaron el misterio.
- Es la historia - me dijeron - Es tu historia, es el nexo con tu pasado, el sufrimiento de tu sangre en una ciudad hostil y cruel que pululó desprecio en el pasado.
- Es la historia de unas niñas que dejando su hogar en el campo emprendieron el viaje hacia esa sombría y triste ciudad, que las hizo sufrir, que les hizo pasar hambre, que les arraigo el terror que les sembró el miedo de un racismo punzante.
- ¿Por que lloras? - Me dijo el silencio
Pero yo no lo sé. No atino a contestar. Ese dolor tan antiguo me duele a mi también. ¿Acaso los dolores se traspasan con la sangre?
- A algunos más que a otros - me dicen - Pero la violencia de esos días deja aprendizajes y experiencias que también son legadas. A veces el pasado puede ser un museo de la verguenza, pero también de proezas.
- El dolor... el sufrimiento - agregó la soledad - Son necesarios. Existe una sabiduría misteriosa en ellas que llega a apaciguar el alma. Para valorar lo que hoy se es hoy y lo que puedes hacer.
Y callaron las voces. Dejándome en una habitación azul sobre una cama con el pasado penando, con vacilaciones y rencores que ya no me caben en un baúl.
1 comentario:
Es un misterio pero ocurre, no sé cual es el motivo de sentir la precariedad, la miseria, la tristeza, la desesperación de los demás como si fuera propia. Sentimos el hambre cuando estamos saciados, el frio estando bien abrigados, la perdida del ajusticiado sin justicia estando vivos y sin conocerlo... Es un misterio pero a mi también me ocurre.
Me ocurre con los desaparcidos: Agentina, Chile, Mexico y otros.
Me ocurre con los republicanos españoles sintiendo las fosas como losas sobre mi craneo, con la necesodad de enterrar mis uñas y sacar sus dulces calaveras.No creo en en reencarnaciones pero dudo si habre vivido en una época, en otro cuerpo..Es un misterio pero ocurre.
Un saludo: el bolu
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