Reflexiones de un año agitado

Hoy es 28 de noviembre un día de primavera pero el sol no muestra su cara y la llovia se ha dejado caer la mayor parte del día. Por la tarde los charcos de agua se hacen más grandes y veo los reflejos de mil caras que se distorsionan con mis pisadas. Ya casi se acaba el año y como siempre ahi esta la feria del libro y los luces de árboles de navidad que comienzan a hacerme pensar en analizar y reflexionar en lo vivido y lo andado este año. Ha sido un año intenso, ha sido un año de progresos y algunos fracasos, nada serio. He reido mucho, he pensando otro resto, he llorado dos veces y en una he lanzado carcajadas de loco con lágrimas de resignación una noche en que la luna no brilló. He bailado salsa hasta la madrugada, he aprendido a tocar mejor el piano las tardes de invierno, he cantado y tocado en un conjunto folclorico en los días de septiembre, he reprobado un ramo, he cantando karaokes con amigos toda la noche hasta que el sol reaparece, he bailado cueca en el foro de la U, he salido a correr por las tardes. He oído más maravillas que infamias. He comprendido que las dudas y las incertidumbres me embargan más a mi que a nadie. He dejado que se empañe la ilusión de que vivir es indoloro y que aunque a veces respirar es toda una hazaña, vale la pena tomar el riesgo...