Lunes solitarios

Lunes, y debo leer tantos apuntes. No me gustan el primer día de la semana, es solitario y durante el día tengo que inventarme algo para no caer en la desesperación de saberme perdido. Así, me alejo y eligo cualquier facultad al azar y me siento a intentar leer aunque lo unico que siento es como pasan los minutos y yo recordando o hechando a volar la imaginación a límites insospechados. Luego miro a la gente de ésta facultad desconocida y sonrio cuando pienso que no los conozco y que es probable que nunca los vuelva a ver, y si lo hago es posible que ya no recuerde sus caras.
Estos momentos de a uno no son malos dependiendo de como se les vea, se les puede sacar el lado bueno indudablemente. Pero a veces resulta demasiado dificil darse cuenta que estás en otro lado y no ahí con los pies sobre la tierra. Tan aparte. Es un poco doloroso saberse tan ajeno a veces.
Pero algo haré, me las ingeniaré para estar contento como este lunes, que fue diferente. En el que ni el comentario más ácido de Cristo (un compañero, no el original) podría hacerme enojar. Y eso damas y caballeros, es mucho.