Quien quería ir a ver a Filio...

En fin termino el día contento, pero veo los carteles del concierto de Alejandro Filio y me queda una sensación de insatisfacción... más cuando llego a la casa y no hay luces encendidas, la puerta está cerrada y yo sin llaves para entrar... así me pregunto que quizás debía ir al famoso concierto y pienso en la entrada que pude haber comprado... pero ¿debí comprarla realmente? ¿tal vez convencerme de ir antes? no sé, tal vez hubiera visto a gente importante, retazos de un pasado que no olvido... En fin, me quedo sentado afuera de la puerta a oscuras sólo con la compañia del el frío que día a día se hace más duro. Y cuando empiezo a quedarme dormido y empezar a soñar con abrigos, cafés y cigarrillos siento que abren el portón... Al fin llega mi gente para entrar a la casa. Yo saludo mientras mi madre sorprendida se ríe de mi mala suerte. Yo le sonrío aún medio dormido y entro a la casa recordando una canción de Sabina... Y pienso: "¿Quien quiere ir a ver a Filio despues de todo?"... (risas) Bueno... eso digo en parte por no poder ir. Pero en realidad cuando se tiene a Sabina en la cabeza uno no sueña hermosos paisajes, ni bellas utopías, sólo verdades dichas sin sutilezas como la vida misma. Aunque duelan. Así me río de mi mala suerte, de mi cobardía y de mis tantos defectos. Al cabo uno termina por olvidarla(s) en 19 días y 500 noches...