1/11/2010

Shock filial

No sé si decir que hoy crecí un poco más. Para mi crecer significa decepcionarte un poco más del mundo, el que creías de una forma y en realidad no es. Tras una pelea con mi viejo (por una cagada mía en todo caso) me impresionó ver como me afecta decepcionar a una persona. ¿Será porque es mi viejo? Mil pensamientos pasaron por mi mente, no puedo creer y perdonarme que me afecten tanto las palabras de otra persona, aunque sea mi viejo y aunque hable tonteras a veces. Pero me di cuenta por mi reacción que me importa mucho su percepción de mi. Es como si necesitara ser aceptado por él. No creí que fuera para tanto, pero ya con 23 años... creo que es una etapa que debe ser superada.
Pensé y sentí que nunca seré el hijo que esperaba. La verdad puede que sea así, y la verdad... tal vez nunca lo sepa y muera con esa incognita en mi cabeza. Pero por una razón de salud, no dejaré que me importe demasiado. Haré las cosas a mi manera, lo que será muy distinto. Porque somos completamente distintos. Un choque entre lo pragmático y lo práctico, entre la debilidad y la resiliencia.
A pesar de todo, te envidio un poco viejo. La vida viste desde tu ventana es más agitada y benigna, desde la mía sólo hay anhelo de silencio e indiferencia pero sin malas intenciones. Será sólo una cuestión de determinismo estructural.

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