2/15/2008

El tío Banano

Que día... mal día, promesas incumplidas y tareas pendientes. Pensamientos de sustancia corrosiva que invaden una mente paralizada.
Tomo un bus en dirección al trabajo y en los oídos dejo que la música invada cada pensamiento y lo lleve a lugares menos inhóspitos.
Después de un rato, en el trabajo me llaman a almorzar. Conversación gratis, interesante en la medida que se puede. Pero me alegra saber que me dan las gracias por estar ahi y participar. No sucede con frecuencia.
De vuelta al deber, Pablo Picasso (cómo me dice un compañero de rutinas) sigue pintando mientras por su mente confabulan fuerzas misteriosas que otorgan de forma zigzagueante; viejos arrepentimientos y nuevas esperanzas. Pasada las horas, el frío comienza a levantarse a medida que el sol ilumina con menos fuerza.
Termino el trabajo y vuelvo a casa. En el bus la gente mira mis manos manchadas en azul y negro que me fueron imposibles de sacar.
En casa, la comida me espera y yo sonrío al recordar la despedida de dos niños en el trabajo: "adios tío Banano". Sí, el tío Banano esta ya en casa, tomando su té de siempre intentando sonreír una vez más para él, esa sonrisa franca y pacífica que nadie más pudo sacarle...

2 comentarios:

Ojos de Arrayan dijo...

:D Me gusto mucho esto que escribiste... halle que tenia algo distinto algo especial...como un toque de esperanza... me encantan los ninnos, bueno ya tu sabes. besito y que sigas muy bien. Esperare tu regreso en gloria y majestad jajajjaja. me asentare tambien je.

Anónimo dijo...

pero que bien "tío banano", que estés vivenciando la experiencia de trabajar en algo, me imagino por lo que escribes, te da la oportunidad de momentos gratos y pasar éstas, las últimas dos semanas de vacaciones, cargándose de una energía diferente a la que nos presentará las labores universitarias.
que buen blog, me tendrás que enseñar como "enshular" el mío jeje, q tes bien y disfruta lo que resta de vacaciones-